Monjas de la Orden de la Santísima Anunciación

Nuestra Vida

En nuestra vida de claustrales, recoletas con Cristo en Dios, queremos ser las testigos fraternas de la vida de la Familia de Nazareth, en la oración, en el sacrificio, en el trabajo, en la  participación fraterna de cada día. Nuestra existencia está bien lejos de ser un "refugio" porque nuestra elección de vida acerca nuestro corazón orante, a las necesidades de los hermanos y de la Iglesia, como María Virgen, Madre, Esposa y Hermana.

Cada día presentamos al Señor las necesidades espirituales y materiales de los hermanos, nuestro rol en la iglesia es muy significativo, lo dice el Evangelio... María ha elegido la parte mejor...! Imitando a Nuestro Señor, las monjas se someten a la ley común del trabajo, como colaboración inteligente en la obra creadora de Dios, que desarrolla y madura a la persona humana; como testimonio de pobreza y de participación; como instrumento de santificación y de penitencia. Se aplican en los trabajos de la casa, huerto, a aquellos que se les comisionan, (costura, paramentos, hábitos religiosos), para proveer al necesario sustentamiento de la comunidad y como los pobres se ganan el pan con el sudor de su frente, unidas en Cristo, en la oración y en la fatiga de la casa de Nazareth.
La jornada en el monasterio se organiza entre la Liturgia de las Horas, la oración comunitaria, la meditación, el trabajo y el descanso.
Horario de la comunidad monástica:
04.45: Levantarse
05.30: Oficio de las Lecturas y Alabanzas
06.00: Meditación
07.00: Santa Misa
07.45: Hora Tercia
12.00: Hora Sexta
15.15: Hora Nona y Rosario
18.30: Rezo de Vísperas y Oraci��ón Personal
21.00: Rezo de Completas