Monjas de la Orden de la Santísima Anunciación
Formación
Permanente
Dentro
de un mundo "caracterizado por profundos y rápidos cambios"(G.S. 4), las monjas
han sido llamadas a vivir su propia vocación fieles a Cristo, al Carisma de la
Orden, a la Iglesia y a la humanidad actual.
Por ello, su formación no se limita a aquella inicial.
Es necesaria una continua actualización
o formación permanente. La
formación de las Religiosas no debe limitarse, por lo tanto, a aquella inicial y
terminar con la profesión solemne, sino continuar durante toda la vida. Esta
debe ser global, esto es, abrazar el aspecto humano, intelectual y espiritual, y
constituye la base indispensable para el crecimiento espiritual de las personas
y de las comunidades. La Madre Priora debe preocuparse de que las Religiosas,
individual y comunitariamente, tengan la posibilidad de continuar su formación
con el estudio, la lectura, instrucciones, cursos de actualización sobre las
diferentes disciplinas. Ha de hacer de forma que, al menos, algunas de las
religiosas capaces adquieran una verdadera competencia en las disciplinas que se
refieran especialmente a la vida monástica, en beneficio de la Comunidad y de la
Iglesia.